LA LEYENDA DEL PUENTE DE LOS ENAMORADOS

Un joven enamorado convence de su amor a una mujer con una antigua leyenda  en la que los novios colocan un candado y una cadena en la tercera barandilla del lado norte del puente, y después de cerrar el candado, tiran la llave al río. 

 Federico Moccia nos,lo cuenta  en su novela llamada Tengo ganas de tí que vendió 1,1 millones de ejemplares y que después tuvo una versión cinematográfica.El éxito del libro y de la película atrajo a muchas jóvenes parejas a quienes les encantó la historia. Las consecuencias fueron que miles de enamorados llenan las barandillas de los puentes con sus candados y lanzan la llave al rio.



LOS PUENTES MAS FAMOSOS

La historia de nuestro puente


El  Puente de Hierro sobre el río Júcar daba entrada a la población desde la carretera de Valencia a Xàtiva. Tras la terrible riada de 1864, se atribuyó al antiguo puente medieval de san Gregorio la retención de las aguas en perjuicio de la ciudad. Por ello se proyectó la construcción del nuevo puente que formaba parte de un proyecto de mayor envergadura, el denominado “obras de defensa contra los desbordamientos del Júcar”. Estas obras se iniciaron en 1910 y el puente metálico se inauguró el 16 de diciembre de 1917, poniéndole el nombre de “Puente de San Gregorio”. La prensa de aquel duro año de miseria así lo recoge (“El nuevo puente de Alcira”, La Correspondencia de Valencia, 17 de diciembre de 1917. “Alcira. Inauguración de un puente sobre el Júcar”, El mercantil Valenciano, 18 de diciembre de 1917).Fue proyectado por el ingeniero de caminos Fausto Elio, de la División Hidrológica del Júcar, (y no Enrique González Granda, como se ha dicho), siendo su jefe el ingeniero José Jimeno Lasala y el director encargado de las obras Ángel Leal López. La ejecución del tramo metálico corrió a cargo de la empresa La Maquinista Valenciana, siendo esta empresa la única en fabricar un puente de estas características, ya que la mayoría de los demás puentes carreteros metálicos de la comarca los realizó La Maquinista Terrestre y Marítima de Barcelona. El presupuesto del Pont de Ferro ascendió a 40. 000 pts. Al realizarse la variante de Alzira el puente forma parte del trazado de la carretera comarcal 320.
El puente de hierro de Alzira forma en la actualidad parte del casco histórico de La Vila. Se resuelve con una estructura metálica formada por un solo arco que salva una luz total entre ejes de soporte de 69’10 m de luz, que descansan sobre portantes situados a los dos márgenes del río. Se corresponde con los puentes de viga de celosía con sistema Bow-String de acero y tablero inferior con estribos de mampostería concertada. Las vigas principales tienen 545 cm. de anchura y están depositadas en paralelo con una separación entre ejes de 6, 01 m. Su altura máxima es de 8, 90 m. El suelo por el cual discurre el tráfico rodado se compone de 18 vigas transversales macizas, dispuestas a eje de los montantes de las vigas triangulares principales y enlazando sus cordones inferiores. Tres traveseros longitudinales completan una retícula sobre la cual se disponen chapas de acero que sostienen directamente el pavimento. Las aceras las forman ménsulas; los aparejos de soporte están constituidos por rótulas metálicas.
Un informe de la Generalitat Valenciana (Conselleria de obras Públicas, Urbanismo y Transportes) en colaboración con el Exmo. Ayuntamiento de Alzira, elaboró en el año 1995 un informe del estado en que se encontraba el puente calificando lo de “deficiente”, debido al efecto de la oxidación que había provocado agujeros y exfoliaciones que comprometían seriamente la estabilidad de la estructura. Varios montantes de las vigas triangulares estaban deformadas como consecuencia de impactos ocasionados por el tráfico rodado. Tal tarea de reparación fue gestionada por el Ayuntamiento de Alzira y financiada por la Generalitat, con un importe de 42 millones de pesetas, aunque el precio total de la obra arroja un total de 45. 727.809 pts. Las obras se iniciaron el 6 de marzo de 1995 y concluyeron en octubre de ese mismo año, tal y como constata Alfonso Rovira Marín en: Alzira. Memoria gráfica del siglo XX (2 vols. ), Vol I, Comissiò Falla Camí- Nou, Alzira, 2000, pp. 41-51. (elseisdoble)